En Vidafer, hemos observado que muchas mujeres mayores de 40 años piensan que al tener menstruaciones regulares siguen siendo fértiles, desconociendo que la calidad y cantidad de sus óvulos esta disminuida.
Entre los factores más importantes que tienen una relación directa con los resultados de los tratamientos de fertilidad está la edad de la mujer y su relación con el envejecimiento ovárico, el cual en la mayoría de los casos se presenta por una disminución de la reserva de folículos ováricos, disminución de los niveles de inhibina y elevación de los niveles de la hormona estimulante de los folículos (FSH), con la consecuente elevación de los niveles basales de estradiol. Esto produce la aparición de picos prematuros de hormona luteinizante (LH) y ovulación, o en otros casos a luteinización temprana. Es aquí cuando se observa una tasa de crecimiento folicular acelerado que lleva a un acortamiento de la fase folicular y del ciclo menstrual. Los ovarios de estas mujeres con una reserva disminuida tienen pocos folículos y estos están en un medio hipóxico, con pocas células de la granulosa, y una función disminuida en cuanto a producción de esteroides y glucoproteínas, presentan disminución de la mitosis y aumento de la apoptosis. Asimismo se encuentra una disminución de la calidad ovocitaria con aumento de las anormalidades genéticas en sus embriones, independientemente de los niveles de FSH, lo que se refleja en un mayor número de fallos en la implantación y un aumento en la tasa de abortos.
Tan importante como la edad es la evaluación de la reserva funcional ovárica, que se hace determinando los niveles basales de FSH en la fase folicular temprana, días 2 a 4 del ciclo mestrual, lo que permite determinar las dosis de inicio de los medicamentos y tratar de predecir la respuesta al mismo. Está demostrado que niveles de FSH mayores de 15 mUI/mL están asociados con una mala respuesta a la estimulación ovárica y una tasa muy baja de embarazo. En algunas mujeres mayores, la maduración folicular es más rápida, presentando una disminución de los niveles de FSH en el día 2 a 4. En estos casos se debe correlacionar con los niveles basales de estradiol, los cuales no deben ser mayores de 50 pg/mL, y nos ayudan a identificar aquellas pacientes que a pesar de tener niveles normales de FSH responden mal a la estimulación ovárica. Además de la pobre respuesta a la inducción de la ovulación, está demostrado que los niveles elevados de FSH están asociados, aún en mujeres menores de 40 años a una tasa mayor de anormalidades cromosómicas, lo que hace a la FSH un marcador muy valioso en el proceso ovárico de pérdida de la reserva ovocitaria asociado a una tasa de embarazos muy baja.
Cuando existe la sospecha de una falla ovárica oculta y la paciente refiere el antecedente de lesiones como endometriomas o cirugía ovárica, es conveniente realizar la prueba del clomifeno, que consiste en la administración de 100 mg diarios de citrato de clomifeno del quinto al noveno día del ciclo menstrual, midiendo previamente los niveles basales de FSH y en el día 11 del ciclo. Cuando se suman estos valores y se encuentran elevados (mayores de 26 mUI/mL), se confirma la falla ovárica. Una posible explicación de la respuesta de la FSH al clomifeno podría ser el bajo nivel de inhibina secretado por los folículos ováricos que ya tienen una alteración funcional.
En Vidafer, hemos observado que muchas mujeres mayores de 40 años piensan que al tener menstruaciones regulares siguen siendo fértiles, desconociendo que la calidad y cantidad de sus óvulos esta disminuida, lo cual se refleja en la dificultad para concebir ya sea espontáneamente o mediante técnicas de reproducción asistida, así como el incremento de abortos o de bebes con problemas cromosómicos, siendo el más frecuente el síndrome de Down.