El reloj biológico de cada mujer es distinto, por eso no existe una edad estándar para comenzar la menstruación o para llegar a la menopausia.
El reloj biológico de cada mujer es distinto, por eso no existe una edad estándar para comenzar la menstruación o para llegar a la menopausia. Entre estos dos términos, hay un proceso natural en las mujeres que se inicia en el momento del nacimiento y que se refiere al desarrollo de óvulos, que cada mes, están preparados para ser fecundados y que al llegar la madurez respectiva disponen a la fémina para ser madre. No siempre, la vida da la oportunidad de tener un hijo en el momento planeado, otras veces, por decisión propia, postergamos este momento a edades en que el embarazo puede considerarse de riesgo o bien presentar dificultades que no se presentarían en momentos más tempranos.
Muchas mujeres famosas, han decidido ser madres después de los 40 años: Julia Roberts quien tras estrenarse como madre de gemelos pasados los 35 años, repitió la experiencia al rondar los 40. La cantante portorriqueña Olga Tañón, a los 40 años, Madonna también a los 40, Susan Sarandon a los 42, Sharon Stone con un vientre de alquiler a los 42, Marcia Cross, la pelirroja de "Desperate Housewives", a los 44. La cantante de Mecano, Ana Torroja, a los 45. Cheri Blair, la ex-esposa del primer ministro británico, Tony Blair, también a los 45. Geena Davis, a los 48. En España, la presentadora de Telecinco, Ana Rosa Quintana, gemelos a los 48. En Venezuela, Viviana Gibelli y la periodista Ana Vacarella, entre otras, después de los 40.
En la actualidad, la ley no fija una edad máxima para aplicar tratamientos de fertilidad a mujeres que desean tener hijos a pesar de haber superado la edad fértil, pero los expertos recomiendan que estos tratamientos no se apliquen cuando ya se han superado los cincuenta años. A pesar de esta recomendación, el caso de una mujer andaluza, de 67 años, que dio a luz a gemelos en Barcelona tras someterse a una FIV en Estados Unidos, ha reabierto la polémica sobre la edad límite a la que una mujer puede optar a este tipo de tratamientos. Recientemente, la profesora universitaria rumana, Adriana Iliescu, de 66 años, protagonizó las páginas de la prensa internacional al tener una niña después de haber perdido a otra durante el embarazo. Un caso semejante al de la británica Patricia Rashbrook, una psiquiatra infantil que volvió a ser madre a los 63 años.
De acuerdo con los datos de las principales Sociedades de Medicina Reproductiva mundiales, la edad ideal para la maternidad es entre los 25 y los 35 años. Por eso no es de extrañar que los médicos especialistas en fertilidad observen mayormente problemas en esta área después de los 35 años y que éstos se disparen a los 40 años. A nivel mundial se observa, que si bien existen poblaciones con frecuencia de madres jóvenes, e inclusive adolescentes, ha quedado claro que en niveles educativos elevados se retrasa con mayor frecuencia la decisión de ser madres.
Si estás por tomar la decisión de ser madre o padre después de los 40 años, hay que prepararse para pasar el límite con cuidado. Por consiguiente es sabio orientarte sobre los posibles riesgos que conlleva esta decisión, como por ejemplo los abortos espontáneos. En general la frecuencia de abortos en mujeres menores de 35 años es alrededor de 15%, se eleva hacia 20% después de los 35 años y se acerca al 50% a medida que se sobrepasa paulatinamente el umbral de los 40 años. Otras complicaciones que pueden observarse son: diabetes gestacional, placenta previa, parto pre término, problemas hipertensivos como pre eclampsia, óbito fetal, cesáreas, entre otras.
Por tanto, aunque la alarma de tu reloj de maternidad haya sonado tarde no tienes por qué perder las esperanzas, asiste a tu control ginecológico, prepara tu cuerpo, come y ejercítate sanamente, toma ácido fólico y calcio, controla tu peso, no fumes ni tomes alcohol, realízate una mamografía y la citología. Posteriormente asiste a consulta con un especialista en Medicina Reproductiva para que te asesore y oriente en tu nuevo proyecto de maternidad. ¡Indudablemente, que el sueño de ser madre es un deseo que no se marchita!